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  Newsletter N° 10 - Agosto de 2012
 
Edificios modulares como opción

Si bien presentan ventajas en el tiempo de construcción y en los menores niveles de contaminación, los edificios modulares pueden ser reutilizables sólo en algunos casos.


Foto: Revista dConstrucción

Con los Juegos Olímpicos Londres 2012 se conoció más masivamente la construcción de edificios modulares, opción que consideraron los organizadores para no generar verdaderos “elefantes blancos” en la ciudad una vez que se fueran los turistas y con ellos la euforia por esta justa deportiva.

Una de sus características es que pueden desarmarse para utilizarlos luego en otro momento. Tal fue el caso del Basketball Arena, una estructura temporal que podía recibir a 12 mil espectadores, y poseía estándares de un estadio olímpico, con las reglamentaciones que ello también conlleva.

El ingeniero civil de la Universidad de Chile, David Campusano, señala al respecto que los edificios modulares son unidades en volúmenes modulares prefabricadas y que “yuxtapuestas conforman un edificio integrado”. Estas estructuras pueden ser de acero, madera, hormigón, plásticos o mixtos.

En Chile, si bien no hay estadios modulares, casi todas las nuevas construcciones de estos recintos deportivos han sido con fuerte utilización de componentes premoldeados de hormigón, especialmente las graderías. Sí es posible encontrar de estos edificios modulares en campamentos militares y de faenas, especialmente en la minería, así como “en construcciones de rápida instalación en terreno, como el caso de escuelas y hospitales post sismo del 27 de febrero de 2012”, cuenta el profesional.

Al igual que todo edificio, deben cumplir con las normas vigentes, en todas las áreas, sobre todo en “lo que se refiere a fundaciones, materiales, estabilidad sísmica y protecciones al fuego. Especialmente aplicado a las conexiones entre volúmenes”, precisa el ingeniero.

A juicio de Campusano, su concepto de sustentabilidad debe aplicarse tanto al balance de consumo de los materiales que los conforman como a las faenas de terreno. Por ello, “no se puede afirmar como tema general que exista una ventaja en su uso, en el consumo de energía o emisión de CO2. Claramente, la ventaja está en el lugar de instalación, ya que los volúmenes o partes pueden incluir instalaciones y terminaciones, reduciendo drásticamente los tiempos de construcción en el lugar y con un mínimo de contaminación en el sitio”, explica.

También especifica que éstos pueden ser reutilizables cuando las conexiones son desmontables, especialmente cuando se trata de volúmenes livianos o de peso intermedio. El ingeniero civil hace esta salvedad, ya que “si son prefabricados de hormigón armado o pretensados, las conexiones deben cumplir condiciones de continuidad que los hacen difícil de desmontar y reutilizar”.

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