Con la visión de que Chile está en buen pie en el ámbito latinoamericano en lo que a protección sísmica se refiere, Raúl Campos, socio gerente de RCQ Ingeniería Estructural Ltda., y magíster en Ingeniería Sísmica de la Universidad de Chile (E), da cuenta del atraso que existe entre la infraestructura pública, con respecto a la edificación privada.
Y hacerse cargo de esta falencia, a nivel académico, público y privado es el desafío que tiene Chile por delante.
¿Cuáles son las nuevas tendencias de diseño en la infraestructura pública?
La infraestructura pública ahora abarca incluso obras tales como regadíos, pero centrándonos específicamente a la ingeniería estructural, básicamente las nuevas tendencias de diseño dicen relación con técnicas de protección sísmica, dentro de las cuales se está incorporando la aislación sísmica. Esta tecnología tuvo demostraciones de buen comportamiento para el terremoto del 27 de febrero de 2010, tanto en edificaciones privadas como en estructuras tipo puente, las que respondieron sin daño estructural.
Lo anterior es un elemento relevante, y ha per ido el debate tanto por las diversas Asociaciones profesionales, así como también por los organismos públicos, tales como MOP, MINSAL o MINVU, los que finalmente definen el estándar de diseño de las obras de infraestructura pública.
La ingeniería tradicional busca proteger la vida, aceptando importantes daños en las estructuras, estableciendo una única demanda sísmica. La tendencia actual es transitar hacia diseños por desempeño, cuya filosofía fue establecida en el documento “Vision 2000”, publicado por la Asociación de Ingenieros Estructurales de California en el año 1995 (SEAOC).
De forma simplificada, se establecen diferentes demandas sísmicas, para cada una de las cuales se verifica el comportamiento objetivo. Basados en esta filosofía de diseño, la tendencia global es que la infraestructura crítica permanezca en operación después de un sismo severo, lo que se llama la condición operacional o totalmente operacional. Es decir, que infraestructura tales como hospitales, puentes y enlaces de la Ruta 5 (u otros); edificación utilizada por organismos de emergencia (Onemi, Bomberos, etc.), permanezcan en operación luego de un mega sismo, sin daños o con mínimos daños.
¿En qué obras se ve reflejada esta tendencia?
En el ámbito de edificación pública contamos con el Hospital Militar, diseñado con la técnica de aislación sísmica, y a futuro lo que serán los hospitales de Antofagasta, de La Florida y Maipú. Esto marca una tendencia importante por parte de los organismos públicos, que van visualizando que las estructuras esenciales para el país -y los hospitales sin duda que lo son-, necesitan de la máxima protección sísmica. En el caso de los puentes, también tenemos casos interesantes, tales como el Puente Marga Marga, Puente Río Claro, Viaducto Américo Vespucio, Puente Confluencia y algunos otros en etapa de proyecto.
¿Cuáles son los principales desafíos en la implementación de nuevos estándares de diseño en la infraestructura pública?
A este respecto existen tres aspectos importantes: el primero de ellos corresponde a contar con una masa crítica de ingenieros estructurales preparados en las técnicas avanzadas de diseño y protección sísmica. Actualmente, los currículos incluyen cursos electivos que tratan estas materias o forman parte de cursos de post grado, los cuales debieran ser obligatorios en la malla curricular de un ingeniero estructural.
El segundo aspecto importante es que la aplicación de las tecnologías de protección sísmica requiere de dispositivos especiales, los cuales necesitan ser certificados, ya sea por laboratorios nacionales o extranjeros de reconocido prestigio. Actualmente, en Chile solo contamos con un laboratorio en el cual se han desarrollado todos los ensayos de dispositivos, tanto de edificios como de puentes, lo cual es insuficiente para un mercado en crecimiento. Para subsanar esto, se requiere de la colaboración público-privada que provea al país de una red de laboratorios capaces de comprobar y certificar los diversos dispositivos que requiere la protección sísmica.
Y el último aspecto, es necesario que las diversas entidades públicas trabajen en colaboración con las universidades y el mundo privado, de tal forma de generar instancias de discusión técnica que per an mejorar y aplicar técnicas de protección sísmica avanzada, en infraestructura pública tales como hospitales, colegios, puentes, caminos, puertos, etc.
¿Cómo evalúan el diseño actual de la infraestructura pública construida en Chile en comparación a otros países?
A nivel latinoamericano, creo que Chile está a la vanguardia junto con México, seguido probablemente por Colombia. La mayoría de los casos de protección sísmica pasiva se refieren a aislación sísmica, y algunos pocos casos a disipación de energía.
A nivel mundial presentamos un retraso notable frente a países como Japón, Estados Unidos, Nueva Zelanda o Italia, en los cuales la protección sísmica es un estándar y no una excepción. Es importante mencionar que las técnicas de protección sísmica han sido estudiadas desde los años 70, y ya es posible contar con numerosos casos de excelente comportamiento frente a mega sismos. Chile se encuentra en el momento exacto para entender que las técnicas avanzadas de protección sísmica son el camino que debemos seguir para entregar a la comunidad infraestructura confiable.
¿Cuáles son los desafíos de diseño que tendrán obras emblemáticas del país, como por ejemplo, el puente de Chacao?
El puente de Chacao, en particular, es una obra poco habitual en Chile y que requiere de la participación internacional. El gran desafío es que los ingenieros chilenos que participemos en estas obras realicemos un aprendizaje de cómo se abordan estas mega estructuras con el fin de poder extender su aplicación a futuros proyectos.
¿Qué tipo de dificultades han tenido en grandes obras que se han hecho en Chile?
En el ámbito de infraestructura pública existe una primera fase que es la generación de las bases de licitación, las cuales definen y en muchos casos condicionan los estándares de diseño. De igual forma, la actual normativa no exige la aplicación de protección sísmica, y sólo la recomienda. Esto debiera ser modificado en el futuro.
Otro aspecto importante a mencionar es que no siempre se encuentran disponible equipamiento de montaje de gran envergadura, lo cual li a en ocasiones las tipologías estructurales.
¿Es Chile un país que está a la vanguardia del diseño en infraestructura pública?
Ciertamente, a nivel mundial estamos lejos de la vanguardia y sólo para ejemplificarlo basta con mencionar el caso de Japón: en los 8 meses posteriores al terremoto de Kobe en 1995, no menos de 60 edificios fueron diseñados con aislación sísmica. En los últimos años se registran alrededor de 200 edificios con aislación sísmica por año.
En el ámbito latinoamericano estamos en buen pie y ya contamos con ejemplos de infraestructura pública con protección sísmica. Actualmente, existen diversos proyectos en estudio que incluyen técnicas avanzadas de protección sísmica tales como hospitales y viaductos carreteros. Chile debe ubicarse a la vanguardia en ésta área, para lo cual se requiere de la colaboración público-privada.
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