Newsletter N° 33 - Octubre 2014
Rodrigo Mujica, Premio Ingeniero AICE 2014: “Tenemos una responsabilidad muy grande frente a la sociedad”


Mostrando alegría y agradecimiento por el galardón recibido de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE), el socio y gerente de VMB habló sobre lo que significa para él este premio, AICE y sobre los desafíos de la profesión.


Rodrigo Mujica Vizcaya se inició al alero de Fernando del Sol Varas, un reconocido profesional y académico ya fallecido que fundó una oficina de ingenieros estructurales precursora de VMB Ingeniería Estructural. Con humor, Mujica cuenta que le tocó reemplazar a los jóvenes ayudantes de este prócer de la profesión en Chile, puesto que ellos habían decidido tomar un rumbo propio. Se trata nada menos que de Alfonso Larraín, Manuel Saavedra y Macaco Ruiz.

 

Con esta anécdota, el socio y gerente de VMB Ingeniería Estructural dio cuenta -emocionado- de la relación que comenzó a gestar desde sus inicios, con los que en la actualidad están entre los ingenieros estructurales más prestigiosos del país, y a los que se ha unido para formar el grupo de profesionales que ha recibido el Premio Ingeniero AICE del año, entregado por la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales desde 2003, siendo su primer ganador precisamente Fernando del Sol.

 

Entre los méritos de este ingeniero civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con 41 años de dedicación exclusiva a este rubro, destacan el haber sido socio fundador y presidente en dos períodos de dos años de AICE, así como haber diseñado importantes proyectos a nivel nacional, como el Consorcio Nacional de Seguros, el Edificio Banmédica, El Golf 2001, gran parte de Nueva Las Condes y muchos otros.

 

¿Qué significa para usted este premio?
Es un respaldo de alguna manera, mis pares muestran gran confianza en mí y me ponen muy en alto. Los que lo han recibido han sido reales próceres, algunos de los cuales ya no viven, por lo que me hayan mencionado a mí me emocionó mucho. Además, la mayoría de los que han recibido este premio han sido académicos.

 

¿Qué destaca del trabajo gremial que ha desarrollado?
Creo que el hecho de haber contribuido a formar la AICE ha permitido que los ingenieros estructurales trabajemos hoy con mucha mejor calidad y seguridad, valores que estaban en franco deterioro entre los años ‘90 y 2000.

 

¿Cuáles cree que son los desafíos de AICE y la profesión para los próximos años?
Creo que se necesita una acreditación profesional como la que existe en países desarrollados para los ingenieros estructurales, profesores y médicos, ya que son profesionales en los que la sociedad confía de manera extraordinaria. En ese sentido, los ingenieros necesitamos, de alguna forma, acreditar que somos capaces de hacer y de firmar los nuevos proyectos.
 
También se debería seguir con otra función que ha cumplido la Asociación con gran éxito, como es la difusión técnica. En este Congreso Anual y dentro del año hay, en promedio, una charla mensual, instancias que nos permiten enriquecer nuestra profesión, mantenernos al tanto e ir en la cresta de la ola, porque somos el país más sísmico del mundo y tenemos una responsabilidad muy grande frente a la sociedad.

 

¿Se debería destacar más el rol de Chile en el contexto internacional?
Se debería destacar más a menudo. Fíjese todos los terremotos que ha habido, si uno hace un cuadro y mira las intensidades versus los daños humanos y materiales, realmente Chile sale top one por lejos. En Chile ha habido daños bastante menores dentro del contexto internacional, daños que están previstos en la normativa. Cuando vinieron los profesionales y profesores extranjeros a ver las consecuencias del terremoto de 2010 no podían creerlo, porque en todo el resto del mundo ha habido mayor destrucción como consecuencia de sismos bastante más suaves.

 

En ese sentido, la internacionalización de la profesión debería de ser un hecho, y la Asociación puede contribuir a eso. De hecho, el Instituto de la Construcción hace muchos años también tiró líneas en ese rumbo, pero creo que nosotros tenemos mucho qué decir, ya que contamos con un laboratorio permanente y que nos remece con mucho mayor frecuencia que al resto de los países.

 

Usted también colaboró con la creación del Registro de Revisores de Proyecto de Cálculo Estructural


En realidad, fue una labor de la Asociación, porque había que buscar una solución al problema que se estaba produciendo. Por ello, desde AICE nos acercamos al entonces diputado Patricio Hales y junto a mucha otra gente que contribuyó a que este trabajo tuviera éxito, logramos una ley que salió muy rápido y con una fuerte aprobación.

 

¿Qué mensaje le daría a las nuevas generaciones de ingenieros estructurales?
Que este es un verdadero oficio. En Estados Unidos, para que autoricen a una persona a que haga proyectos de estructura, ésta debe tener el título profesional, luego trabajar en una oficina durante cuatro años, y más tarde aprobar un examen que normalmente lo pasa no más del 40% de los que lo rinden. Y sólo después de aprobar ese examen, recién está autorizada para firmar el primer plano. En Chile, desde que una persona recibe el título de ingeniero civil (nótese que ni siquiera es necesaria la especialidad estructural) o arquitecto (sin especialidad), puede firmar los planos de un edificio del tamaño que se le ocurra. Y para hacer proyectos hay que tener una buena preparación, revisar todos los aspectos que están involucrados en ellos, sin dejar de lado ninguno. Las normas dan indicaciones, pero también hay mucho de interpretación. Por ello, los jóvenes deberían vivir una etapa de aprendizaje inicial.

 

¿Cómo deberían asumir los ingenieros estructurales los desafíos de la profesión?
En este VII Congreso Anual a todos nos gustó mucho el coaching, porque nos demostró que las soluciones a nuestros problemas las tenemos nosotros y debemos buscarlas. Quisiera que entre todos aplicáramos estas lecciones y soluciones, porque solamente así llegaremos lejos; no divididos.

 

Tenemos material para salir al mundo: los terremotos más fuertes y con mayor frecuencia, los conocimientos, las tecnologías, las normas y el talento, por lo que debiéramos mostrar esa realidad y no quedarnos encerrados tratando de sacar el día a día, sin tener tiempo para pensar en el mañana.

 

También debemos preocuparnos de resolver el problema de los propietarios de bienes raíces, que no están dispuestos a tener daños en los edificios ni viviendas por causa de terremoto ni ningún otro motivo. Esto significará que en corto plazo habrá que buscar soluciones innovadoras para evitar los daños, y eso significará seguir avanzando en aislación y amortiguación sísmica, sistemas que ya han sido parcialmente empleados en varios proyectos por las principales oficinas de estructuras de nuestro país.