Distintos escenarios ha tenido el Congreso Anual de la AICE a través de los años. Los profesionales destacan la oportunidad de generar lazos, intercambiar experiencias y conocer otras realidades.

Como una instancia de vinculación y contacto, el Congreso Anual de la AICE tiene la impronta de reunir a profesionales de todo el país y recorrer Chile, acercando a los ingenieros a la diversidad de las regiones.

Así, el Congreso Anual se ha realizado en Maitencillo, Santa Cruz, Coquimbo, Castro, mientras este año se trasladó a la lluviosa Valdivia.

Esta actividad no sólo permite generar vinculación y redes de valor, sino también favorecer el traspaso de experiencias y reconocer el trabajo de los pares, de acuerdo con distintas características.

“Quienes estamos en provincia trabajamos en zonas distintas, con sobrecargas, materialidades y condiciones climáticas diferentes”, sostiene Efraín Henry, quien viaja todos los años desde Arica. “El tener una instancia como esta nos permite conocernos y fortalecer la confianza para trabajar con otro profesional de la AICE”, añade.

Para Mario Valenzuela, ingeniero estructural de Concepción, es enriquecedor participar de una iniciativa que se traslada por el país generando oportunidades de negocio e intercambio de profesionales. “Trabajamos en zonas con desarrollos y recursos diversos, por lo que podemos presentar otras fortalezas para enfrentar determinados proyectos con alguna dinámica innovadora”, dice.

En tanto, Jorge Carvallo, profesional de Viña del Mar, destaca que además de las alianzas estratégicas y los nuevos negocios que pueden gestarse, “es interesante la actividad social que se genera, reuniéndonos en distintas instancias, conociendo a nuevos profesionales, intercambiando experiencias y ampliando horizontes”, opina. 

Santiago versus regiones

Si bien los profesionales de regiones asumen que en Santiago se encuentran las oficinas centrales de las instituciones y tienen presencia el grueso de las oficinas y mandantes, reconocen que las distancias se han acortado y actualmente es más fácil estar en constante contacto.

“Gracias a que la conectividad es mayor, hoy estamos muy cerca de Santiago. Puedo ir por el día y participar en comités. En términos generales, hay que asumir que en la capital se genera la toma de decisiones, pues está todo el aparato público y las grandes empresas, lo que permite también organizar los negocios en forma más agresiva, pues en regiones todo es más lento”, considera Mario Valenzuela.

Para Efraín Henry, es necesario acercar los conocimientos e innovación que se generan en Santiago a los profesionales que no se trasladan tan fácilmente: “Allí se trabaja toda la actualización normativa, tema que me apasiona y, gracias a este Congreso, podré traspasar los últimos avances a los profesionales de Arica”, acota Efraín Henry.

En tanto, si bien no existe lejanía entre Viña del Mar y la capital, Jorge Carvallo cree que es positivo no circunscribirse a una zona de trabajo y relacionamiento. “Aunque Viña del Mar está cerca, las oficinas también son más pequeñas, por lo que se debe fortalecer un intercambio más fluido”, indica.