Son 15 equipos que se sumergieron a 5.000 metros, entre las costas de Arica y Tocopilla.

Como un hito en la sismología nacional fue definida la instalación de 15 sismógrafos submarinos, que se realizó en las costas desde Arica hasta Tocopilla, a 5.000 metros de profundidad.

Este proyecto, que permitirá registrar información durante un año para los registros del Centro Sismológico Nacional (CSN), fue ejecutado por expertos del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile con la colaboración de profesionales de Instituto de Kiel de Alemania y la Armada de Chile.

El operativo se realizó con el buque de patrullero de la Armada “Comandante Toro”, que trasladó los sismógrafos y proporcionó el apoyo técnico para las maniobras de fondeo. Los equipos se instalaron con la ayuda de pesos de profundidad, sin ningún tipo de cable hacia la superficie. Las labores se iniciaron a principios de diciembre, instalando de cuatro a cinco instrumentos diarios.

Los sismógrafos submarinos comenzaron de inmediato a registrar información. Transcurrido el año, serán recuperados a través de una señal acústica que los liberará de los pesos que los mantienen sumergidos. Recién en ese momento se tendrá acceso a los datos, es decir, el registro no estará disponible en tiempo real, razón por la cual la iniciativa no contribuye inmediatamente al sistema de Alerta Temprana.

Durante la presentación de la iniciativa, el profesor del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, Emilio Vera, explicó que los instrumentos se acercan a la zona de ruptura donde se produce la actividad con epicentro en el mar, lo que “es de vital importancia para reunir información acerca de los movimientos sísmicos y sus posteriores consecuencias”.  

En tanto, el director del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada, contraalmirante Patricio Carrasco, hizo énfasis en el valor de la información que proveerán los sismógrafos, “al permitir conocer cómo y de qué forma se generan los terremotos submarinos”.

Información de valor

Este hito en el norte de Chile viene a complementar un trabajo ya iniciado en mayo pasado, cuando se instaló una estación sismológica en el archipiélago de Juan Fernández, que ya se encuentra funcionando y entregando información en tiempo real.

El fin de estas iniciativas es fortalecer los sistemas de información y alerta temprana de eventos marítimos que puedan generarse en las costas de nuestro país. Entre las razones que se consideraron para instalar los sismógrafos en el Norte, está el reciente sismo de abril, cuya magnitud fue de 8,2 en la escala de Richter y se extendió por cerca de 170 kilómetros entre Pisagua e Iquique.

Si bien este evento se asocia principalmente al roce entre las placas de Nazca y Sudamericana, se estima que puede haber ocurrido un terremoto en la parte superficial de la última, bajo el mar.

Hasta el momento, la actividad sísmica submarina se registra con instrumental ubicado en tierra, por lo que iniciativas como esta permitirán complementar y enriquecer la información para caracterizar el área de ruptura y los eventos que se provoquen.