En almuerzo ampliado realizado el lunes 28, los socios de AICE pudieron conocer los registros presentados de este sismo mostrados por Sergio Barrientos y Rubén Boroschek.
Gran expectación de los ingenieros estructurales generó el Almuerzo Ampliado de AICE realizado el lunes 28 de septiembre, que contó con la participación de Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional y los académicos de la Universidad de Chile, miembros de AICE, Rodolfo Saragoni y Rubén Boroschek.
En la ocasión, Phillipo Correa, miembro también de AICE, presentó a través de fotografías los efectos que dejó este sismo en instalaciones mineras, edificios y carreteras, producto de los derrumbes.
En su presentación, Sergio Barrientos comentó que si bien en Chile es esperable que ocurran terremotos, no se estimaba el movimiento telúrico de Mw 8.4 ocurrido en Illapel el pasado 16 de septiembre. “Hay sitios en el país donde ha transcurrido más tiempo desde el último terremoto más significativo, entonces uno cree que hay más probabilidad de que ocurran en esos lugares antes que en uno donde había ocurrido solamente 72 años atrás”, explica el director del CSN.
Asimismo, tomando en consideración la estadística sobre la cantidad de sismos con magnitudes mayores a 8 que han ocurrido en el pasado, las estimaciones indican que ocurre uno de esa magnitud cada 15 años o cada 10, si se toman en cuenta todos los terremotos más grandes que 8. “Como promedio durante los últimos cinco años han ocurido tres terremotos de esta magnitud, entonces, uno podría decir que es bastante poco probable que se dé otro; sin embargo, se da, pero es poco probable. En Chile uno siempre tiene que estar esperando terremotos en cualquier parte y en cualquier momento”, asegura Barrientos.
“Acá se ve que un terremoto de magnitud súper grande, 8.4 Richter, es un terremoto operacional en el sentido de que no se provoca daño estructural. Nosotros estamos interesados en los aspectos operacionales del sismo para realizar nuestro trabajo, porque entraremos en una etapa más elaborada, que es el diseño por comportamiento”, comenta Rodolfo Saragoni, académico de la Universidad de Chile y miembro de AICE.
A su juicio, instancias como este almuerzo AICE favorecen la vinculación entre los especialistas, generando retroalimentación y desarrollo que después se canaliza en avances normativos. “En el extranjero llama la atención lo activa que es la comunidad”, sostiene.
Respecto de la 16° Conferencia Mundial de Ingeniería Sísmica, que se realizará en Chile en 2017, Saragoni comentó que se está planificando junto a AICE una sesión especial de edificios de muro, con visitas técnicas a edificios chilenos por el interés que genera el buen comportamiento de nuestras estructuras.
Red de acelerógrafos
Al hacer una evaluación de la red de acelerógrafos, Sergio Barrientos comenta que gracias a ella se ha obtenido información que está permitiendo descubrir nuevos elementos, que antes no eran visibles. “Estamos avanzando con la red, dando un paso enorme y además esperamos poder incorporar los acelerógrados del Minvu con la Onemi para poder poner a disposición de los usuarios interesados en conocer de estos fenómenos todos estos registros”, sostiene.
Para ello, un grupo de profesionales del CSN acordó con la Onemi ir en la búsqueda de los registros de la región, “probablemente en Copiapó por el norte y hasta Santiago- Valparaíso por el sur, y recuperar esta información. Ojalá que se haya recuperado bastante, que sirva para las personas que hacen investigación”, espera el director.
Por su parte, Rubén Boroschek considera que todavía “tenemos poca data en relación a los números de sensores que existen y la Onemi tiene que poner un poco más de intención en comunicar los instrumentos para mantenerlos y saber que están funcionando, para poder retirar la data más racionablemente. En estos momentos hay gente que está en terreno de la Universidad de Chile retirando los datos a mano, esperando que los equipos estén funcionando y eso no es una situación razonable si ya se hizo una inversión en equipos”.
De todas maneras, Boroschek confirma que ahora, gracias al desarrollo de esta red, los especialistas cuentan con datos que antes no existían. “Estamos cada día mejor, eso sí lo reconozco, contamos con una información muy valiosa que nunca habíamos podido tener, pero con la cantidad de equipos que hay afuera, deberíamos haber tenido más información y eso sí es un menos”, afirma. Este punto se vuelve muy relevante para los ingenieros estructurales, ya que si se avanza en ello, “el cambio va a ser radical y la optimización de los diseños va a mejorar muchísimo, la verdad es que vamos a poder registrar y hacer nuestros diseños con más economía y mayor seguridad. Y tendremos información de calidad”, asegura.
Por ello, Barrientos insiste en que es necesario seguir avanzando en la red. “Necesitamos muchos más instrumentos para poder decir que estamos aprovechando este laboratorio natural, recién estamos comenzando, vamos en la dirección correcta, tenemos que instrumentar también el fondo oceánico y poder soñar con otras consecuencias. Si uno tiene una red adecuada, puede no solo calcular la zona sismogénica donde están ocurriendo los eventos, sino además soñar con sistemas de alerta temprana, por ejemplo, cosas que este país necesita mucho desarrollar”, precisa.
Así Chile puede seguir en la senda de países que ya cuentan con sistemas de alerta temprana, como Japón, también México que ocupa el sistema en Ciudad de México, y toda la costa este de Estados Unidos, donde se han invertido más de US$ 10 millones por un año para hacer este tipo de trabajos.
Nueva herramienta
Esta misma semana, el Centro Sismológico Nacional lanzó una nueva herramienta para poner a disposición de toda la comunidad los acelerogramas de los sismos ocurridos en el país en los últimos cuatro años, como los del reciente terremoto de Illapel y sus réplicas de mayor intensidad.
Este espacio contiene la mayor cantidad de registros en campo cercano del terremoto de Illapel y sus réplicas importantes, además de una base de datos desde 2010 a la fecha, descargable. Esta información es especialmente relevante y útil para la comunidad ingenieril involucrada en la definición de las normas de construcción sismo-resistentes.
“Así el CSN da cumplimiento a una de sus principales labores que es entregar información sobre las características de la sismicidad de nuestro país”, indica Felipe Leyton, jefe de Innovación y Transferencia Tecnológica del CSN y responsable de este proyecto.
Leyton agrega que “esta herramienta va a ser un pilar importante para la comunidad, difundiendo una extensa base de datos que va a permitir mejorar nuestro conocimiento sobre los grandes terremotos chilenos. En este sitio se van a ir presentando los datos de los eventos sísmicos de mayor magnitud relevantes para el uso en ingeniería, es decir, aquellos que exceden una cierta intensidad en aceleración (que corresponde al 2% en aceleración de gravedad), ayudando así a la ampliación del conocimiento en torno a las características de la demanda sísmica en Chile”.
A través de este canal también se entregarán a futuro los registros de la red de acelerógrafos que actualmente están bajo tutela de la Onemi.
Aquí el enlace para conocer los Registros de Movimiento Fuerte: http://evtdb.csn.uchile.cl/