31 ingenieros estructurales aprendieron nuevos lineamientos para solicitar estudios de amenaza sísmica

31 ingenieros estructurales aprendieron nuevos lineamientos para solicitar estudios de amenaza sísmica

Luego del diálogo generado en el Conversatorio de Amenaza Sísmica organizado por AICE, se estableció que si bien este es un tema de moda, existen algunas zonas grises de la especialidad, por lo que se están produciendo algunas problemáticas en el sector. Asimismo, se planteó la necesidad de redactar un documento base con la definición de un estudio de amenaza sísmica y cómo utilizar sus resultados en función de la normativa chilena.

Es por ello que la AICE entregó la posibilidad de inscribirse en el Curso Estudios de Amenaza Sísmica. Fundamentos y Uso Práctico, que se dio en tres sesiones (19, 21 y 23 de agosto), impartido por Víctor Contreras Luarte, ingeniero civil estructural de la Universidad de Chile y estudiante de doctorado en Ingeniería Sísmica Geotécnica de UCLA.

En total, fueron 30 los ingenieros estructurales que participaron de esta capacitación, los que demostraron mucho interés, según Víctor Contreras. “Hay hartas preguntas que son relevantes de responder y que aún están abiertas, porque todavía hay discusión de distintos actores que tienen opiniones diferentes y que debemos ponernos de acuerdo para llegar a una especie de consenso mínimo para hacer las cosas mejor”, comenta el profesional.

Y las interrogantes de los alumnos apuntan a una falta de lineamientos claros en relación con los estudios, “porque muchas veces el diseñador no tiene las herramientas suficientes para saber qué acción tomar o tiene quizás una falta de conocimientos o de criterios en ciertos casos, porque teniendo el conocimiento, no sabe qué es mejor aplicar en distintos casos y como no hay un lineamiento, algún manual, alguna norma que establezca eso, no lo va a aplicar tan fácilmente”, explica Contreras.

En ese sentido, este curso apuntaba a que los ingenieros entiendan las dos grandes metodologías existentes y dentro de ellas conocer todas las variables que influyen, “que son muchas y sobre las cuales hay mucha incertidumbre”, además de cómo interpretar los resultados y contar con más lineamientos.

“Ellos deberían saber cuándo solicitar los estudios, porque hay casos normativos y en otros casos hay interés del mandante, porque la estructura es muy importante, junto a otros intereses. Y la otra parte es que una vez que lo soliciten, qué datos se requiere entregar al consultor, saber cómo revisarlos de vuelta, y poder exigir, saber si algo se podría haber hecho mejor, o por qué me está dando este resultado y no está tan bien explicado; poder exigir o preguntar eso con más autoridad”, añade el doctorando de UCLA.

Documento con lineamientos

De acuerdo con Víctor Contreras, una de las ideas principales de este curso fue generar un documento que será repartido entre quienes asistieron, para que tengan una guía a aplicar en sus lugares de trabajo y tengan claro qué pedir al solicitar un estudio de amenaza sísmica.

El ingeniero -quien ya volvió a sus estudios de doctorado en Estados Unidos- se fue con la sensación de que este es un tema muy interesante y no solo desde el punto de vista académico, sino que tiene influencias importantes en el diseño. Por ello, cree que “es necesario darle la importancia que tiene y los actores ponernos de acuerdo para llegar a un consenso mínimo, obviamente que van a haber distintas opiniones, distintos temas, experiencias y criterios, pero hay que converger a algún mecanismo para que estemos haciendo algo similar y la práctica sea estándar”.

Y precisamente esa es una de las diferencias que ve entre Chile y Estados Unidos, en términos de procedimientos de amenaza sísmica. “Creo que nosotros podríamos ser un poco más claros. Acá está todo un poco más enredado, las normas no conversan muy bien, los consultores hacen cosas un poco distintas y creo que hay que llegar a un consenso y si no se logra, al menos ser más transparentes con los criterios”, añade.

Si bien no sabe si el documento resultante de este curso busca lograr ese consenso, sí entrega una herramienta, plantea un método con el que están de acuerdo otros especialistas y da claridad a los diseñadores sobre qué tienen que pedir frente a estos estudios. “A mi entender, es el método que deberíamos estar usando [probabilístico], porque ya tenemos más antecedentes. Una de las cosas a las que no podíamos acceder antes, porque teníamos menos registros sísmicos, entonces ahora tenemos más datos y podemos hacer algo un poquito más elaborado de lo que teníamos”, precisa.