AICE Mujer busca dar visibilidad al trabajo femenino en la ingeniería estructural

AICE Mujer busca dar visibilidad al trabajo femenino en la ingeniería estructural

Corría el año 1913 cuando una única mujer ingresó a la carrera de ingeniería en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. Se trata de Justicia Espada Acuña Mena (1893-1980), quien seis años después, en 1919, fue la primera en conseguir el título de ingeniera civil, transformándose así en la primera mujer chilena y la segunda sudamericana en recibirlo.
Justicia Acuña, quien fue compañera de generación de Jorge Alessandri Rodríguez, presidente de Chile entre 1958-1964, trabajó como calculista en el Departamento de Vías y Obras de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado.
Si bien la situación ha cambiado desde que esta valiente pionera decidiera ingresar a una carrera “masculina”, hoy la situación no es tan distinta para algunas especialidades. “Somos pocas mujeres dentro del rubro estructural y estamos en distintas universidades. De mi promoción éramos 110 alumnos, 14 mujeres y de ellas, fuimos dos las que elegimos civil; yo me fui a estructural y la otra a hidráulica”, cuenta Mónica Zúñiga, quien trabaja en IEC Ingeniería.
Dado que no se conocen tanto entre sí las ingenieras calculistas, en 2016 un grupo de pioneras decidió dar el vamos a la iniciativa AICE Mujer, con la idea de reunirse como grupo, conocerse y difundir la ciencia.
Y es que de acuerdo a estimaciones de Conexión Ingenieros, grupo que realiza el Estudio Nacional de Sueldos de Ingenieros, las mujeres estructurales llegan al 15% en un universo de mil ingenieros calculistas en el país.
“AICE Mujer partió al final de un congreso hace dos años, cuando algunas mujeres expresamos que nuestra participación en la asociación era menor al 5% y que debíamos intentar tener la misma representación del mercado, es decir, el 15% y fue así como iniciamos una búsqueda de identidad”, señala María Jesús Aguilar, ingeniero de Proyectos en Santolaya Ingenieros Consultores.
Y dado que la idea es difundir este grupo, la participación es abierta, dado que “es difícil pedir el requisito que todas sean asociadas, aunque quienes lideramos esta iniciativa seamos socias de AICE”, aclara Mónica Zúñiga.
Feria Ingeniosas
El grupo AICE Mujer se trazó un camino a largo plazo, que incluyó la participación de sus integrantes en la Feria Ingeniosas, instancia que rompe con los estereotipos de género, en la que se le muestra a niñas de entre octavo básico y segundo medio que otras mujeres pioneras han abierto el camino para ellas en el mundo de la ingeniería y la ciencia.
“Ingeniosas es un tema cercano a nosotras, porque somos mujeres, hemos sido siempre pocas y, en el fondo, hemos nadado un poco contra la corriente en ese sentido”, comenta María Jesús Aguilar.
De esta manera, alrededor de 15 voluntarias de AICE Mujer participaron en esta feria, que se llevó a cabo entre el jueves 25 y el sábado 27 de octubre de 2018, en el Museo Nacional de Historia Natural.
En la oportunidad, AICE Mujer les mostró a 1.500 niñas que los lugares donde ellas están diariamente fueron, son y serán calculados por ingenieras estructurales. De esta manera, se le puso rostro de mujer a algunas estructuras del país más sísmico del mundo y visibilizó el trabajo femenino en esta especialidad.
La participación se dividió en dos instancias: un stand y un taller. En el taller alrededor de 100 niñas formaron grupos de cuatro participantes y se les entregó una bolsa con palitos de maqueta, malvaviscos y algunos otros materiales de construcción. Con esto, ellas construyeron una torre del alto de la bolsa, la que luego se probó para ver cuál resistiría mejor un terremoto, al igual que la vida real.
En tanto, en el stand se contó con algunas maquetas de estructuras, una mesa de juegos con los mismos materiales del taller, un video rotativo que permitió visibilizar los diseños de las colegas. También se dispusieron los proyectos en que ellas han trabajado y aportado; además se les entregó chapitas y volantes con frases inspiradoras.
“Al principio solo dimos una instrucción del juego, pero a medida que ellas comenzaban a jugar y veían que la estructura se les caía, nosotras entrábamos y las ayudábamos a pensar la estructura”, dice Aguilar.
Esta actividad, que se espera repetir en 2019, contó con la colaboración de los auspiciadores de AICE: Aza y SIMPSON Strong-Tie, los que hicieron aportes adicionales.