No más Matildas en la ingeniería

No más Matildas en la ingeniería

Por María Jesús Aguilar, directora de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE).

Mujeres y hombres tenemos las mismas aptitudes, pero distintas fortalezas que se complementan a la hora de trabajar en equipo. Por eso, es importante que las mujeres participen en similar proporción que los hombres, dado que las ciencias y la tecnología nos ayudan a progresar como país, y finalmente a mejorar la calidad de vida de todas las personas. En ese sentido, el desafío hoy es preparar a profesionales capaces de innovar con soluciones sustentables a los problemas sociales, económicos y ecológicos.

En este siglo XXI, veo dos grandes motivos por los cuales las universidades deben fomentar el interés de las mujeres en carreras STEM (Science, Technology, Engineering, Mathematics, por sus siglas en inglés). Por una parte, se hace necesario compensar la brecha histórica que hemos tenido las mujeres respecto a visualizarnos en estas áreas, desde los juguetes que recibíamos cuando niñas hasta la poca o nula cantidad de referentes femeninos en la academia, referentes que servirían de inspiración para las estudiantes. Por otra parte, es deber de las universidades preparar a profesionales integrales que tomen los desafíos del futuro. 

La participación de las mujeres en carreras STEM impacta positivamente en las oportunidades de crecimiento y desarrollo de un país. Diversos estudios demuestran que una mayor diversidad (no solo femenina) provoca resultados más exitosos, de mayor calidad e incluso aumenta la productividad, debido a que se incorporan distintas perspectivas a las soluciones.

En la actualidad, se pueden y se están haciendo cambios en esta línea. Por ejemplo, algunas universidades han incluido ingresos prioritarios de equidad de género en carreras con importantes brechas de participación por género. Este tipo de discriminación positiva hoy es necesaria, pero estoy segura de que en unos años más no lo será. 

Hoy la sociedad entiende que este es un tema importante y que hay que empezar a equilibrar estos campos masculinizados. Está en nosotros poder derribar dichos mitos, educar y acompañar a las niñas y mujeres a desenvolverse en campos como la tecnología, la ciencia, la innovación, a emprender y a tener cargos de liderazgo.

Nos ayudará a ello darle más visibilidad a las científicas y su trabajo, a las emprendedoras y a todas aquellas mujeres que se han desarrollado y destacado en estas disciplinas, porque es mucho más fácil proyectarse en otras mujeres que puedes ver y reconocer. Nunca es tarde para inspirar, “el talento no tiene género y prescindir del que podría desarrollarse en niñas y adolescentes es una herencia cultural que no nos podemos seguir permitiendo”, según precisan en Nomorematildas.com. La campaña “No more Matildas” busca llamar la atención sobre la falta de referentes femeninos en las ciencias y la persistencia de estereotipos. Invito a todos mis colegas a apoyar esta campaña con las nuevas generaciones y visibilizar a estas valiosas mentes.