
17 Jul 2019 Amenaza sísmica: momento de avanzar en los estudios
Un fructífero diálogo fue el que se generó tras el Conversatorio de Amenaza Sísmica, efectuado por AICE el miércoles 10 de julio, que contó con la participación de Rubén Boroschek, Jorge Crempien de la Carrera, Dania Valdivia y Mario Lafontaine y la asistencia de más de 40 socios y público interesado.
“Amenaza sísmica es un tema que está de moda, básicamente porque hay algunas zonas grises de la especialidad y quisimos armar este conversatorio para enfrentar las problemáticas que se están produciendo hoy en nuestro sector”, señaló Phillipo Correa, director de AICE a cargo de estas instancias.
En primera instancia, Rubén Boroschek se dedicó a responder las preguntas básicas, pero importantes que surgen a raíz de esta temático, como qué es un estudio de amenaza/riesgo sísmico, qué obtengo de él, cómo se utiliza, cómo lo solicito, cómo reviso un estudio, un estudio probabilístico o determinístico. “Después de revisar varios estudios de riesgo totalmente inventados o con grandes falencias creo indispensable un diálogo entre consultores y usuarios”, precisó el ingeniero civil.
Internacionalmente, “amenaza y peligro es una cosa y riesgo es otra, pero localmente nuestras normativas mezclan los términos, por lo tanto, a nivel de país vamos a tener que jugar con esa descripción”, explicó el ingeniero civil y socio de AICE.
El especialista agregó que fuera de Chile, riesgo tiene que ver con la pérdida y amenaza es lo que va a ocurrir y la proyección de la demanda sísmica en el lugar. “Esta confusión de términos no es algo que vamos a solucionar acá, pero debemos tener conciencia de que cada vez que nos piden un estudio de amenaza o riesgo, hay que preguntar si realmente riesgo quieren evaluar pérdida, nivel de paralización y nivel de daño o realmente quieren la demanda solamente”, sostuvo.
Por su parte, en su presentación “Riesgo y Amenaza Sísmica”, Jorge Crempien de la Carrera, profesor asistente de la Pontificia Universidad Católica de Chile e investigador del Centro de Investigación Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden), revisó cómo se genera un estudio de amenaza sísmica, el que puede ser probabilístico o determinístico, hasta la obtención de un espectro de diseño. En ella, identificó las fuentes potenciales de amenaza sísmica, cómo se distribuyen geográfica y espacialmente. Asimismo, hizo un repaso por las leyes de distribución temporal y estructura de atenuaciones, los conceptos de riesgo probabilístico y determinístico, así como la manera de determinar la aceleración máxima de terreno, el espectro de diseño y el espectro de desplazamiento elástico, junto con un análisis de la respuesta de sitio en suelos no calificables (Tipo F).
La consultora especializada en ingeniería sísmica del grupo de EQCO, Dania Valdivia, se refirió a la “Amenaza Sísmica y Criterios de Diseño para Estructuras Industriales”, para aclarar los usos posibles y más típicos de los estudios de amenaza, en el ámbito del diseño de este tipo de estructuras; que en la práctica profesional actual se usan todavía sólo en forma esporádica y existe cierta confusión en cómo aplicarlos.
Valdivia mostró cómo utilizar la información obtenida de un estudio y cómo definir qué información debe entregar para luego ser usado en la preparación de los criterios de diseño del proyecto. También hizo referencia a la diferencia entre uso de Nivel de Sismo de Diseño para diseñar y Verificación de Desempeño esperado para Nivel de Sismo Máximo Creíble.
Por su parte, Mario Lafontaine, director de Nuevas Tecnologías en la empresa René Lagos Engineers, presentó los “Desafíos en Especificación e Implementación de Estudios de Amenaza Sísmica en Edificios”, dado que “el creciente uso de análisis dinámicos no lineales como herramienta de diseño de edificios icónicos ubicados en zonas de alta sismicidad ha generado la necesidad de contar con estudios que provean no solo un espectro representativo de la amenaza sísmica, sino que también de registros sísmicos compatibles con dicha amenaza”.
A juicio del profesional, esto representa un desafío para el ingeniero estructural, “puesto que al no ser una práctica usual, no está familiarizado con conceptos básicos que le permitan, en primer lugar, especificar claramente qué es lo que necesita por parte del especialista en amenaza sísmica y en segundo lugar tener conciencia del impacto que esto puede causar en su proyecto puesto que representa el principal input al modelo y, por ende, su incidencia en los resultados es significativa”.
Al finalizar, el mecánico de suelos Francisco Ruz mencionó que ahora existe una nueva técnica desarrollada en Stanford, frente a lo cual Mario Lafontaine comentó que le parece muy auspicioso dado que en el ámbito de edificios, “hemos ido haciendo esfuerzos a nivel internacional por incorporar metodologías de análisis lineal (…) y no podemos avanzar en análisis lineal en edificación si es que la amenaza no avanza en paralelo”.
A juicio de Boroschek, el problema no está en que existan nuevas metodologías y nuevas soluciones, sino que tiene que haber normas de referencia y “las normas chilenas son tan restrictivas que no dan opción, por ejemplo, a cambiar el amortiguamiento o a utilizar técnicas de escalamiento distintas, no está autorizado, ni siquiera por reglamento ni por manuales ni por norma”.
Entonces, cuándo se utiliza va a ser una decisión del mandante. Frente a lo cual el ingeniero se pregunta: “y si esa resolución es menor a un espectro normativo, qué se hace o, peor aún, si yo tengo dos consultores con opiniones distintas, cómo se resuelve. Puedes llamar a cinco consultores y vas a tener 10 opciones, porque el mismo consultor te va a decir que esto es posible o esto es posible, entonces va más allá”. Y añadió que el diseño depende de la amenaza, pero si la estructura se daña o no se daña, si se cae o no se cae, va a depender del diseño. “Hay una regla en la norma de la AASHTO (American Association of State Highway and Transportation Officials) que dice prefiera un estudio de amenaza que no tenga ninguna complejidad matemática ni tenga probabilidad ni use dispersión, porque eso lo va a entender el diseñador. Está en el comentario del código y ellos privilegian que el estudio de amenaza sea transparente y totalmente entendible, de tal manera que el diseñador pueda hacer diseños seguros”, complementó.
Frente a otras inquietudes de los asistentes, Jorge Crempien de la Carrera señaló que en su opinión “sería bueno hacer un estudio para todo Chile y hacerlo sectorizado para tener un consenso y que todos los expertos puedan llegan a un consenso. De hecho, en California del Sur están llegando a un acuerdo en este sentido, porque se han hecho muchas simulaciones, se han recopilado muchos datos… La pregunta es quién hará eso, qué implica, porque ellos deben destinar algo de 10 millones de dólares al año para ese trabajo”.
Cristián Delporte, past president de AICE, cree que hay una oportunidad ahora, “porque se está trabajando en ver cómo se disminuye el riesgo de desastre en todo Chile, se harán estudios locales y se trabajará con las comunidades, para saber qué riesgo tiene cada una”.