21 May 2021 Fernando Yévenes: “La colaboración de profesionales altamente capacitados es esencial”
Algunas deficiencias en términos de actualizaciones de conocimientos ve, en la actualidad, este ingeniero, sobre todo en los profesionales que están en la obra. Para ello cree necesario poner más énfasis en la capacitación de ellos, e incorporar también a los dibujantes para que manejen conceptos de diseño estructural.
Fernando Yévenes Ugarte, ingeniero civil estructural de la Pontificia Universidad Católica de Chile, tiene más de 20 años de experiencia en el desarrollo de proyectos en Chile y en el extranjero (Perú, Argentina, Bolivia, Ecuador, Colombia, México y EE.UU.), desde propuestas y estudios hasta ingenierías de detalle y construcción, asociados a la minería en gran escala, infraestructura (metro), manejo de materiales, procesamiento de minerales (cobre, oro, litio y cemento) y proyectos industriales (petróleo y lubricantes).
También ha trabajado como ingeniero de diseño, jefe de especialidad y jefe de proyecto, tanto en Chile como en el extranjero (Argentina y EE.UU.), donde ha podido liderar grupos de trabajos diversos y multidisciplinarios.
En su motivación para postular al Directorio 2021 de AICE, el profesional manifestó su preocupación por la gran brecha existente con los profesionales en terreno, a su juicio. “Ellos tienen la tremenda responsabilidad de materializar nuestros diseños en este proceso colaborativo que termina con la entrega de un producto operativo y funcional al cliente final. Es muy importante que puedan ir actualizando sus conocimientos, con cursos cortos, dinámicos y prácticos. Acá la AICE puede ser un gran aporte”, señaló hace unas semanas.
Al pedirle que profundice en ese tema, Yévenes cuenta que leyó unos comentarios en redes sociales de un constructor que se refería a una brecha con los profesionales de terreno, “lo que me hizo prestarle atención a ese tema y darme cuenta de que es real, sí existe dicha brecha con los profesionales de terreno”.
¿Y en qué consiste dicha brecha?
Esta brecha se produce, principalmente, porque se van quedando desactualizados en sus conocimientos, dado que están mayormente enfocados al avance de la obra y a la materialización de ésta, según planos y especificaciones técnicas del proyecto. Lo cual está bien, pero el papel aguanta mucho y es en obra cuando realmente se comprueba la constructibilidad del diseño en oficina y se deben resolver las deficiencias en ese sentido o las modificaciones que se van dando en la obra, por diferentes motivos adicionales u otros temas no visualizados durante el diseño en oficina.
Además, nuestras normas tienen unos periodos más largos de actualización que las normas en las que ellas están principalmente basadas (ASTM, AISC, ACI, AASHTO). Estas normas de referencia se actualizan cada tres a cinco años, incorporando lo último en investigación y desarrollo en las respectivas materias que cubren, por lo que debemos estar constantemente estudiando, actualizando conocimientos y los procesos asociados.
¿Y el profesional de terreno no lo está haciendo?
Lamentablemente, los profesionales de terreno comúnmente no le asignan la importancia debida a la capacitación continua sobre actualizaciones de códigos de diseño, nuevas tecnologías o procesos relacionados.
Esto se le suele atribuir a la escasez de tiempo o a la falta de recursos para desarrollar un plan de capacitación continua personal (propio) o corporativo por parte de las empresas.
Entonces, pareciera que tenemos dos mundos independientes: por un lado el diseño y, por otro, la construcción, los cuales no siempre conversan.
En proyectos industriales (mineros), de larga duración, no es común que el ingeniero diseñador esté durante todo el ciclo del proyecto. Muchas veces tu diseño lo termina otro colega o tú le terminas el diseño a otro colega, para que luego otro colega distinto se haga cargo de la construcción de ese diseño. Por otra parte, también te puedes encontrar con que ninguno de los ingenieros anteriores siga en el proyecto o en la misma empresa, tomando una importancia esencial el ingeniero en obra, casi mayor que la del ingeniero diseñador.
Por lo anterior, la colaboración de profesionales altamente capacitados es esencial hoy en día.
¿Cuáles son los profesionales que tienen mayores brechas? ¿Por qué afectan a la industria?
La brecha la puedo ver en ingenieros constructores (civiles, estructurales, constructores) y constructores civiles.
Ellos aprueban los materiales que se usan en la construcción, solucionan deficiencias en los diseños y resuelven modificaciones en obra, no siempre con el apoyo del ingeniero diseñador. Esto sumado al apremio de los plazos y costos asociados.
Es una gran responsabilidad de la que quizás no son conscientes o no somos conscientes como gremio, por lo que no le damos la relevancia que debiera tener.
La implementación y manejo de herramientas BIM en obra es otro tema que requiere una mirada profunda, hay mucho ahí para avanzar y capacitar a los profesionales en obra.
A tu juicio, ¿cómo se resuelven estas brechas?
Acá caemos en un tema bien repetido, casi un lugar común, y que corresponde a que la práctica se disocia de la academia.
Los cursos de capacitación y diplomados están enfocados para ingenieros diseñadores (calculistas), sin considerar al profesional de obra que tiene otras necesidades. Por lo que el enfoque de los cursos debiera ser un poco distinto, no tan teórico, donde puedan actualizar conceptos y obtener herramientas para poder resolver los problemas que se ven enfrentados en la práctica.
También se debe tener en cuenta que en obra comúnmente no se tienen las mismas herramientas o recursos que en la oficina, como los programas de modelamiento y diseño.
¿De qué manera la AICE puede aportar a ello?
Los profesionales que formamos parte de AICE estamos principalmente en el desarrollo de proyectos, en el diseño. También tenemos grandes académicos, por lo que podemos generar cursos, cortos y dinámicos, con un enfoque más específico para los profesionales en obra, involucrándolos a ellos en ese proceso de gestación de los cursos para atender los desafíos más recurrentes a los que se ven enfrentados y de ahí poder ir creciendo a problemáticas más particulares, según tipo de proyecto o industria asociada.
ICH tiene cursos bien específicos para profesionales en obra, como un curso sobre NCh170 que está por comenzar, que son un gran aporte y que la AICE debiera ayudar a promover, así como los que realiza también el ICHA.
También mencionas a los dibujantes en tus palabras.
Siento que el paso siguiente que debiera tomar la AICE, o en paralelo al apoyo a los profesionales en obra, es la formación de las nuevas generaciones de dibujantes.
Ellos deben dominar conceptos de diseño estructural, no sólo de manejo de las herramientas computacionales de dibujo o modelamiento, para poder llegar a ser verdaderos proyectistas o diseñadores dentro de la disciplina.
Ellos también son una parte muy importante de este ciclo colaborativo del diseño y desarrollo de los proyectos.