
18 Jul 2025 Francisca Pedrasa participa en seminario con foco en resiliencia
En el Seminario Internacional “Capacidades para la Resiliencia”, organizado por AGCID, SENAPRED, JICA y la Universidad de Chile, la directora de AICE, Francisca Pedrasa, se refirió a la discusión normativa y la posible inclusión de sismos corticales dentro de estas, lo que implica un avance importante para la seguridad de nuestras estructuras, así como un avance concreto, que debería incrementarse en futuras versiones.
La ingeniería estructural en Chile está marcando un hito en el ámbito de las normas sísmicas, en los procesos de actualización de estos últimos años. Recientemente, durante el Seminario Internacional “Capacidades para la Resiliencia”, organizado por AGCID, SENAPRED, JICA y la Universidad de Chile, la directora de la Asociación de Ingenieros Estructurales (AICE), Francisca Pedrasa, destacó el trabajo que Chile, en conjunto con otros países de la región, ha venido realizando para dar forma al Código Modelo de Diseño Sísmico para América Latina y el Caribe.
Asimismo, “en 2022 empezamos a hacer un trabajo con el Instituto de la Construcción y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el marco normativo de códigos de de leyes. Dentro de todos esos hallazgos, fue de suma importancia entender que la participación de las comunidades, incluirlos en capacitaciones, en entendimiento de las normativas permite no solo generar códigos que se asocien a la comunidad real con amenazas locales, sino que además incorporarlos en estos otros procesos”, señaló Pedrasa.
En este contexto, comentó sobre la incorporación de los sismos corticales en la normativa chilena, un avance fundamental para la seguridad de las construcciones en nuestro país. Proceso que ha sido parte de las discusiones en NCh433 y la recién publicada NCh2369:2025.
La naturaleza sísmica nacional y la data existente ha hecho que, históricamente, sus normas se enfoquen en los sismos de subducción, responsables de los terremotos de mayor magnitud registrados en Chile. Sin embargo, la creciente visibilidad de fallas como la de San Ramón ha puesto en el centro de la discusión la necesidad de abordar los sismos corticales, generados por fallas geológicas más superficiales y cercanas a zonas pobladas.
Un proceso colaborativo
Pedrasa destacó que, en nuestro país, el proceso normativo que regula el diseño sismorresistente es encabezado por profesionales estrechamente vinculados, como ocurre con los ingenieros estructurales. “La participación de ministerios, del mundo privado y del mundo académico es parte del desarrollo normativo que tenemos y va siendo enriquecido en la medida en que se aúnan más colegas”, detalló la ingeniera.
En Chile, las normas sísmicas icónicas han estado ligadas a los registros históricos disponibles. Tal como señaló Pedrasa, «si bien somos un país sísmico con profesionales muy bien catalogados, nuestros recursos son limitados y nuestra información ha ido creciendo a medida que han aparecido recursos.»
Un punto de inflexión fue el terremoto de 2010, que impulsó una “explosión” en la instalación de dispositivos de medición a lo largo del país. Esta mayor disponibilidad de registros e información ha sido crucial para que los investigadores chilenos profundicen en el estudio de fenómenos sísmicos específicos, como los sismos corticales.
Los sismos corticales en la NCh2369
El gran anuncio de la directora de AICE fue la reciente publicación en el Instituto Nacional de Normalización (INN) de una actualización de la NCh2369:2025 – Diseño sísmico de estructuras e instalaciones industriales, la norma de estructuras industriales, que por primera vez incluye el concepto de sismo cortical. «Esto fue ahora en junio. Acaba de aparecer en nuestra norma y es algo que nos alegra», afirmó Pedrasa.
Este avance establece un requisito base fundamental: si una estructura se encuentra a cierta distancia de una falla cortical, se deberá realizar un análisis especial para evaluar el impacto sísmico en su diseño. Si bien este cambio ya es parte de la norma publicada para las estructuras industriales, la buena noticia es que el mismo concepto se está trabajando para ser incorporado próximamente en la NCh433, que rige el diseño sísmico de edificios, con la expectativa de que esté listo para finales de este año.
Francisca Pedrasa subrayó la importancia del trabajo colaborativo continuo. Aunque Chile ha avanzado significativamente en la generación de datos, estudios y mejoras en la información académica, la incorporación de aspectos medioambientales y el cambio climático, el desafío reside en que toda la comunidad, desde los desarrolladores de códigos hasta el último ejecutor, aborde, trabaje y aplique estas nuevas normativas. «Tiene que ver con que todas las comunidades sean parte de los procesos», concluyó.