22 Sep 2021 Mirando el futuro
Por José Eyzaguirre T., ingeniero civil estructural PUC, master en ingeniería industrial PUC.
Hoy probablemente todos nos hacemos la pregunta: ¿Cómo será el negocio de las oficinas de cálculo del área de proyectos arquitectónicos en el futuro próximo? El hecho de que hoy enfrentamos muchos cambios en nuestro trabajo no es novedad, pero si queremos intentar hacer algún pronóstico, debemos estudiarlos en profundidad. La forma en que continuaremos trabajando no es del todo clara aún, algunos dicen que en esencia el trabajo será el mismo, otros ven una revolución completa con las IA ejecutando la mayor parte del trabajo con superprocesadores que pueden realizar análisis no lineales en proyectos de varias torres sobre placa común sobre lecho elástico en tiempos prácticos y con solo un modelo; en el medio hay un abanico de escenarios posibles, como por ejemplo, que se crearán nuevas formas de trabajar que se adapten mejor a un creciente número de proyectos de diferentes características, como materiales, geometrías y métodos constructivos.
¿Quiero calcular las casas que se ejecutan con impresoras 3D y hormigón con fibras? ¿Necesitarán planos? ¿Y los elementos modulares y prefabricados? ¿Quién elaborará los procedimientos de fabricación, transporte y montaje? Y yo, como empresa, ¿quiero abarcar todo tipo de proyectos o concentrarme en uno o dos nichos? ¿Cómo defenderé esta posición? Porque, claramente, todos lucharán por una participación en el segmento más rentable. Estas preguntas son ejemplos de las decisiones que debemos tomar pronto.
El ecosistema de fomento al emprendimiento, la oferta en capacitación y las herramientas tecnológicas para la administración, permiten que todas las empresas implementen desde su inicio metodologías avanzadas de estrategia y gestión (como el CANVAS del modelo de negocio) que le ayuden a construir planes y ejecutarlos en condiciones de gran incertidumbre y cambios, minimizando el riesgo de fracaso y construyendo ventajas competitivas, por lo que si miramos al futuro, es claro que las oficinas que prestan servicios profesionales muy técnicos como las nuestras tendrán que implementar estas herramientas si quieren permanecer en el mercado.
La implementación de nuevas tecnologías que buscan mejorar la eficiencia de la construcción también es un factor clave para elegir nuestro camino, el trabajo colaborativo se suma a este nuevo ecosistema en el cual desde el inicio de un proyecto una constructora podrá decirle al mandante: “en este proyecto proponemos usar el método X que nos permitirá bajar los costos en A% y para esto necesitamos que el diseño estructural considere las restricciones 1, 2 y 3”, luego nosotros tendremos que estar preparados para dar una opinión sobre esa propuesta y ejecutarla siguiendo las restricciones requeridas si se aprueba.
Debemos estar atentos, tanto a las necesidades de nuestros mandantes como de los usuarios de nuestras estructuras, de los demás especialistas y de todos aquellos que puedan afectar nuestro trabajo. De no hacerlo, podríamos perder nuestros clientes simplemente porque no estamos listos a tiempo para satisfacer esas necesidades, y estoy seguro de que la oficina de al lado sí lo estará. Por ejemplo, los efectos del teletrabajo y co-working pueden disminuir los requerimientos por m2 de oficinas, lo que sumado a una tendencia por disminuir las emisiones de CO₂ de la construcción, nos llevará a la reconversión del uso de edificios existentes. Recomiendo leer un artículo titulado “7 factores que están modelando las ciudades del futuro”, escrito por Soledad Sambiasi en ArchDaily.
En el Congreso Futuro 2019, Alejandro Aravena planeó que si intentamos resolver el problema habitacional con los métodos constructivos actuales crearemos un problema ecológico que amenazará nuestra existencia. Luego, plantea algunas acciones para solucionar esto y todas afectan, de una u otra forma, a la ingeniería estructural. Si los arquitectos lideran los cambios, nosotros debemos ser su mano derecha y los constructores la izquierda, de cualquier forma, independiente de quién lidere los cambios, debemos mejorar el trabajo colaborativo en proyectos AEC y esto implica crear alianzas para definir procesos compatibles y eficientes.
Será entonces, labor del estratega el estudiar el mercado para poder predecir la demanda de servicios y enfocar su plan en los temas que tengan mayor potencial para su oficina, todo esto me hace pensar que los principales desafíos para un administrador de oficina de cálculo serán:
- Construir equipos eficientes con las otras empresas que nos complementan en la cadena de producción de la construcción.
- Controlar correctamente nuestra propia operación, elegir los indicadores correctos y medir en tiempo real.
- Mantener una permanente vigilancia tecnológica, saber lo que pasa en la academia, en el urbanismo, en las empresas constructoras y centros de I+D como CTeC.
- Estar atentos a la evolución de nuestros clientes y de los usuarios finales de nuestras estructuras, para adelantarnos a los cambios en los tipos de proyectos. ¿Han notado que cada vez hay más paisajismo sobre los edificios?
Debemos contar con información completa, verídica y oportuna, luego de analizarla estaremos en condiciones de construir una imagen realista del futuro y construir planes sobre estas predicciones. La dificultad mayor no estará en elaborar un plan, tarea de todas formas laboriosa y extensa, sino en ejecutarlo. Los planes los hace un grupo acotado que representa a toda la organización, pero los ejecutan todos.