23 May 2022 Planificación y mejora continua: Tomando las riendas de nuestro desarrollo de carrera
Por Álvaro Ávila, gerente de Ingeniería en Bonatti-Chile.
Planificación y mejora continua son dos conceptos que seguramente hemos escuchado desde que estudiamos en la universidad y muchos de nosotros los hemos puesto en práctica a nivel laboral, principalmente para cumplir los objetivos de los proyectos y las organizaciones. Sin embargo, la mayoría de las veces, al menos entre los profesionales de nuestra carrera, no tenemos en consideración que estas mismas herramientas podemos implementarlas en el propio desarrollo profesional y de carrera.
No es usual ver que ingenieros civiles estructurales lleguen a cargos de primera línea o gerenciales; el camino para ello no es automático. Somos más bien profesionales formados para dedicarnos a ofrecer soluciones especializadas a problemáticas puntuales y específicas, a través de una serie de procesos técnicos que pasan por el análisis, planificación, cálculo, diseño, construcción, operación, gestión y ejecución de proyectos e implementación de obras y sistemas, entre otros.
A pesar de esto, y con la experiencia que he adquirido en estos años, soy un convencido de que esta formación inicial no debe ser una limitante al respecto para quienes tienen la inquietud de ir más allá. Claramente, no todas las personas queremos lo mismo para la carrera laboral: a algunos les gusta y son muy buenos calculando; pero hay quienes, sin saberlo, tienen aptitudes para guiar a otros y liderar equipos… y no lo descubren a tiempo o por ellos mismos.
Los líderes innatos existen, y los vemos en muchos aspectos de la vida. Pero los líderes de las empresas necesitan mucho más que ese espíritu inicial; lo importante es la preparación y formación. Porque sí, un jefe de proyecto o un gerente, más allá de la posición de autoridad que le confiere el cargo, debe motivar a las personas y desarrollar los talentos y carreras de quienes trabajan con él. No es, necesariamente, alguien que sabe mucho más que el resto sobre los aspectos técnicos; es alguien que es capaz de formar equipo de excelencia incluso contratando a personas que son mucho más cualificadas que él respecto al conocimiento específico.
Sin duda, esos son los principales desafíos a los que se enfrenta alguien que ha experimentado una transición en su carrera yendo desde lo netamente técnico hacia una posición de liderazgo. Y en ese sentido, es importante el desarrollo de las habilidades interpersonales, la comunicación efectiva, la gestión del tiempo y la delegación de tareas, ya que son parte fundamental para “construir estructuralmente” este desafío en cada acción realizada y decisión tomada.
Una parte importante de la formación es ser autodidacta, a través de mucha lectura. Creo firmemente que el interés por crecer y aprender debe nacer de uno, más allá de las posibilidades que ofrezca la empresa en la que uno se desempeña. En la actualidad, tenemos la ventaja de que la información y el conocimiento están muy disponibles gracias a la tecnología. Organizaciones profesionales como AICE, revistas especializadas y redes sociales profesionales como LinkedIn, permiten estar al día gracias a las publicaciones que se comparten y los foros de discusión en los que uno puede participar.
Por otro lado, la educación formal y posterior al pregrado -como los diplomados y magíster o MBA- son herramientas muy relevantes, que permiten adquirir el conocimiento de una manera sistematizada, por lo que si se tiene la posibilidad de acceder a ellos -en términos monetarios y de tiempo- es una alternativa en la que hay invertir.
Otra forma de (auto) prepararse es ir buscando y tomando las oportunidades que permitan crecer desde la diversificación; es decir, ir adquiriendo experiencia laboral en distintos rubros, sectores y empresas, ya que la variedad permite ampliar los puntos de vista y eso consecuentemente se traducirá en crecimiento y desarrollo profesional.
No hay que tener miedo a los desafíos: hay que estar preparados para asumirlos, con planificación previa y mejora continua. En lo personal, me queda un largo camino por recorrer, seguir aprendiendo y, por sobre todo, mejorando. He planificado mi desarrollo de carrera y estoy generando las acciones pertinentes para adquirir más herramientas que me permitan gerenciar desafíos más complejos.